Y del 3% ¿qué?

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Mas con el presidente de la comisión Pujol

Si pudiera darse por buena la explicación de Pujol sobre el origen de la fortuna del clan, cabría decir que su sucesor Mas cumplió en su paso por la comisión investigadora del parlamento catalán sobre el caso del expresidente de Convergencia y de la Generalitat. Políticamente el asunto probablemente quede zanjado dándose por buena tan piadosa como poco original excusa. Pero ¿acaso resulta creíble?

Cuando la administración tributaria, la policía, la fiscalía y la magistratura de un Estado de Derecho ponen bajo sus respectivos puntos de mira las actividades de varios miembros de una familia, la explicación dada por el padre suena a broma. Al parecer sentía un pudor insuperable por reconocer que el abuelo les hubiera dejado unos millones conseguidos especulado con moneda extranjera en los tiempos de la peseta; a nombre de su mujer y fuera de España, por si las cosas de la política vinieran mal dadas.

Y ya es extraño que de ello no haya prueba tan elemental como la nota manuscrita que don Jordi leyó pero nunca mostró.

Mas reconoció ayer, muy de pasada y quizá sin valorar su trascendencia, que el expresident no las tenía todas consigo en cuanto a las actividades de alguno de sus vástagos. Como el hecho de dejar de ser honorable no quita para renunciar a ser un buen padre, muchos piensan que el patrón se inventó lo del legado, o aprovechó su existencia, para con una simple regularización fiscal dar cobertura a los capitales acumulados por sus hijos. Pero la capa, el legado, no da para tantas inversiones y viajes por paraísos fiscales.

Amasar unos cuantos millones a la sombra del poder ejercido en Cataluña durante más de veintitrés años de forma incuestionable no puede resultar extraño, y más visto lo que llevamos viendo en estos tiempos. Y aquí viene lo del 3%: las comisiones embolsadas por los conseguidores de contratos, subvenciones, puestos de trabajo y demás mamandurrias que el poder pueda destilar. ¿No será ese el manantial nutricio del patrimonio de los Pujol?

Esto de las comisiones puede seguir siendo el tema tabú de la investigación parlamentaria en curso, como lo fue hace diez años a raíz de la denuncia que que hizo el entonces presidente, el socialista Maragall, cuando espetó en un debate a los convergentes: “Ustedes tienen un problema que se llama 3%”. Mas, entonces jefe de la oposición, se defendió echándole por delante la reforma del Estatut ante lo que, en aras de “un bien superior”, Maragall retiró lo dicho.

Pese a la paz hilvanada Convergencia se querelló contra Maragall y el portavoz del Gobierno catalán, Nadal, quien había manifestado que lo del 3% era “un rumor y un clamor”. Un mes después Maragall volvió a pedir disculpas y Mas retiró la querella “porque queremos recomponer parte del espejo roto en mil pedazos”.

Aparte de esta pequeña cuestión, el President hizo algún juego malabar que otro, como negar con la mayor seriedad que Convergencia tenga embargada su sede; pueden pasar por allí y verlo. Una cosa es que esté abierta, porque sobre ella pesa una fianza cautelar, pero no es menos cierto que el TSJC desestimó en abril hará dos años el recurso contra el embargo que el partido presentó como responsable civil a título lucrativo, para cubrir la fianza de 3,2 millones impuesta por el escándalo del Palau.

El eterno juego del falseamiento de la realidad y medias verdades en que los nacionalistas hacen vivir a los ciudadanos de aquella región. La sede del partido seguirá abierta, pero ¿son libres para venderla?

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Posted lunes, febrero 9th, 2015 under Política.

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