Ha dicho Arzallus, que el final de ETA está a la vuelta de la esquina, en todo caso durante el gobierno socialista. El que fue presidente del PNV durante nada menos que durante 24 años aludió a una fuente muy bien informada, que “está en la pomada”. Y añade que cree que “todo está pactado. Ahora andarán con el movimiento de cárceles, luego con la salida de los presos… Son los requisitos que ha puesto ETA siempre”.
La verdad es que Arzallus no precisa de demasiadas fuentes para saber qué pasa en el MLNV, y de ahí, qué pueda hacer su brazo armado. Cabe esperar un nuevo comunicado a partir del 17 de este mismo mes, día en que comienza la llamada Conferencia Internacional para promover la resolución del conflicto en Euskal Herria.
En esa plataforma para internacionalizar el conflicto, histórica pretensión de los llamados abertzales, el surafricano Brian Currin en compañía de otros pondrá sobre la mesa un papel que los etarras suscribirán inmediatamente -¿cómo no, siendo los autores?- y que el Estado no podrá asumir. Porque el Estado es algo serio. Pero esa es la campaña que Bildu necesita para alcanzar grupo parlamentario en el Congreso, lo que quizá no alcance el PNV.
No es precisamente la seriedad el calificativo que mejor cuadra a la campaña que despliegan los dos líderes del otro nacionalismo, el catalán. Entre Mas y Durán están haciendo la campaña a los socialistas en Andalucía quienes enseguida han llamado a la famélica legión a ponerse en pié. Otra cuestión es que se levanten por ser acusados de cobrar el PER y pasar el día en el bar. Pero el puyazo está metido y Pérez Rubalcaba debería agradecérselo, siquiera fuera a través de su honesto colega el ministro de Fomento.
Por cierto ¿por qué tildó de honesto a Blanco cuando seguramente quiso decir honrado? En la lengua que el candidato acostumbra a usar con precisión hay que llegar hasta la cuarta acepción de honesto para alcanzar la equivalencia con honrado, después de pasar por decente, decoroso, recatado, pudoroso, razonable, justo, etc. En fin, serán cosas de la exaltación mitinera.