En la campaña del Mundo de Berlusconi y Pedro J. contra Rajoy y su gobierno siempre falta algo que explicar por parte del chorizo onubense que fungió como senador por Cantabria durante ocho años nada menos y que atiende por Bárcenas, Luis Bárcenas.
Quien sea capaz de seguir los correos negros, que así llaman los sajones al chantaje, que envía el extesorero de los populares ahora desde la prisión de Soto del Real, de algo no encontrará respuesta: ¿de dónde sacó los 48 millones de euros que mantenía ocultos? La cifra se las trae; en pesetas, con las que empezó levantando su fortunita, cerca de 8.000 millones, lo que entonces era cifra al alcance de pocos ricos españoles.
Cantará hasta la traviata, que dicen los castizos, pero ni una explicación medianamente seria sobre de dónde sacaba para tanto como destacaba entre los banqueros privados con corresponsales en Suiza. En su torpeza es capaz de repetir que tuvo buena mano en la bolsa, lo que no hace sino echarse encima un delito más, el de utilización de información privilegiada en beneficio propio siendo dirigente político, parlamentario, etc.
Servir a domicilio de todos los españoles la vendetta de este personaje es pornoperiodismo. Dar pábulo a los intereses de un chorizo como el que ocupó la tesorería del PP es sencillamente obsceno, carente de pudor. No es extraño que sus abogados le hayan dejado colgado.
Y hablo de “pábulo” recordando la definición de la RAE: “aquello que sirve para mantener la existencia de algunas cosas o acciones”. ¿Qué cosas o acciones? La presión contra un Gobierno tan torpe en mil asuntos como el único posible en las presentes circunstancias.
Mayor torpeza que haber mantenido a este sujeto en el despacho de al lado durante tantos años es difícil de imaginar. El tesorero de cualquier institución, desde el Vaticano hasta las empresas de Al Capone, es capaz de derribar un imperio, y parece que en eso está con la asistencia de algunos. A los populares corresponde ahora explicar muchas cosas, entre otras de dónde demonios pudo sacar “Luis el Cabrón” 48 millones de euros. Los apaños de Gurtel no podían dar para tanto.
En las Empresas serias suelen cambiar a los Jefes de Compras cada 3/4 años para evitar tentaciones. Parece que ésto tan elemental lo desconocían los los del PP o había otros intereses en mantener la estructura Bárcenas.
Saludos cordiales.