De pronto surgen fenómenos, como el 15-M o la misma Rosa Díez que parasitan el oxígeno de los demás en una carrera desaforada por robar plano. Los del colectivo tienen ganada a la televisión pública nacional que le dedica más minutos que a las cumbres europeas. Y ellos felices, no tienen otra cosa que hacer. Como conciencia de ellos mismos está bien que se muestren como son. Se ve que cada vez representan menos. En fin, demasiada atención les he dispensado.
Pero lo de la señorita Pepis, trabajándose durante dos meses la incertidumbre del principado con su enviado jugando al sí de las niñas, es un derroche de frescura; lo más parecido a los sinsorgos que acampan donde se les pone en las narices. Ese estar aquí y allá, tirando a pelo y a pluma, acabará con ella.
Dice que le da el gobierno de Asturias a socialistas y comunistas para que Montoro no tenga motivo para intervenir Asturias. Toma nísperos, que decía Campmany. Creerá que dentro de tres años de su nicho astur saldrá un torrente de votos para su candidatura a la presidencia del Gobierno de la nación. Es chusca la señora, como ayer demostró preguntando a Rajoy por la herencia recibida para recriminarle luego que hablara tanto de la herencia recibida.
Marxista total, sector Groucho, claro. Qué le verán las pocas gentes respetables que siguen haciéndole la ola es un misterio.
En fin, menos mal que existen; nos ahorran el tener que inventarlos.
Muy bueno D. Federico. Estos partidos bisagra chirrían que da gusto y por eso buscan el aceite necesario dando el poder aquí y quitándolo acuyá. Pero no nos olvidemos, hoy es la señorita Pepis y ayer era Jusep-Luis. Una ley electoral que da el poder a un partido minoritario ni es ley ni es nada. Es una chapuza con la que parece que vamos a tener que convivir durante muchos más años.
Saludos cordiales
Pues sí; lo malo es que acaba cansando, como los chistes de Lepe. Pesadez.