Y además, contra la Historia

Patio de la primera Universidad de México, 1551.

Si arrastré por este mundo / la vergüenza de haber sido /
y el dolor de ya no ser…
” comienza el tango de Gardel. Cuesta abajo. Parece hecho a la medida de los robaperas que fingen gobernar este país sin conciencia ni consciencia de dónde está metidos.

No satisfechos con corroer los principios constitucionales, descuajeringar las instituciones públicas y asaltar las privadas, reabren la historia para cobijarse entre sus pliegues más siniestros, como nuestra guerra civil, e impedir así convivir dentro de la normalidad, cada día más heroica.

Tiene bemoles, por decirlo finamente, que puestos a celebrar una efeméride, escojan la muerte de una dictadura y su mentor en detrimento del nacer de una democracia. En fin…

Este es el genuino progresismo identitario y plurigenérico. Su misión: hacer del pasado un nuevo horizonte que conquistar corriendo siempre hacia atrás. Cuanto más rápido, mejor; sin otro equipaje que el fraude y la patraña recogidos en un hatillo.

Lástima. Habría de arbitrar un control de calidad para calibrar la idoneidad de quienes van a ser designados para ocupar los altos cargos en las administraciones del país, comenzando por el propio consejo de ministros. Las urnas satisfacen el derecho de todo ciudadano a ser elegido, pero no proporcionan acreditación alguna para el desempeño de determinadas funciones, como la diplomacia.

Ahí está el reciente desbarrancadero, que dicen en México precisamente, por el que acaba de caer el ministro llamado Albares, el promotor de la diplomacia femenina, y de crisis hasta con Kaja Kallas, la Alta Representante de la UE para la política exterior y defensa.

Cuando un miembro del Gobierno del Reino de España engola la voz para proferir: “ha habido dolor e injusticia a los pueblos originarios de México. Hubo injusticia y justo es reconocerlo hoy y lamentarlo, porque esa es parte de nuestra historia compartida y no podemos ni negarla ni olvidarla” y lo deja ahí, se revela como un funcionario ignaro, un ceporro.

Para España México no es cualquier cosa como para que al jefe de su diplomacia ignore la realidad histórica de las relaciones con el Virreinato de la Nueva España, única tierra a la que dio su nombre.

Cortés y Moctezuma, ¿le consta algo sobre ellos al funcionario sanchista, habrá llegado a leer a Madariaga, por ponérselo fácil?

Naturalmente, a juzgar por sus palabras desconoce las diez universidades fundadas allá siguiendo el modelo Salamanca. Ochenta y cinco años antes de nacer Harvard, la primera de los Estados Unidos, España había creado en 1551 la Real y Pontificia Universidad de México, origen de la actual UNAM. La última, la San Bartolomé en Mérida, apenas comenzado el siglo XIX, y poco antes la Real Universidad de Guadalajara, cuyo vicerrector José Simeón de Uría fue vicepresidente de las Cortes de Cádiz de 1810.

Extraña historia de injusticias y explotación colonial en la que los habitantes de los distritos del Virreinato eligieron veinticinco procuradores a las Cortes de Cádiz para aprobar la primera Constitución liberal de Europa.

¿De qué coño hablan estos cantamañanas?

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Posted domingo, noviembre 2nd, 2025 under Política.

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