Un fiscal para la eternidad

El Fiscal General saluda reverentemente al Presidente del Constitucional.

No resulta sencillo evitar el insulto ante el tenebroso proceder de un alto cargo público. El problema se plantea ante diversos casos, pero resulta especialmente difícil en el del fiscal general García Ortiz.

Pocas autoridades del Estado exhiben la desfachatez de este individuo, último bastión de la defensa de Sánchez antes de enfrentarse al cancerbero alojado en el TC, que atiende por Conde Pumpido.

La trama de obstáculos y trampas implantada por el caudillo sanchista para garantizar su autocracia es inextricable, una suerte de nudo gordiano que lleva a palabras mayores, como cortar por lo sano. ¿Se imaginan llegar a tanto?

No están en su sano juicio. El primer ministro traiciona su papel desde el primer día, desde que mintió diciendo aquello de “somos más”, y no porque hubiera perdido sino porque a partir de su investidura se convirtió en presidente de todos los españoles y hace como que no lo sabe. De todos, ni de los más ni de los menos.

De ahí parte el descalzaperros que caracteriza la gresca política y está filtrándose en la convivencia social. Sánchez, García, Pumpido y otros son los pilares del engendro en que está degenerando el Estado social y democrático de Derecho plasmado en la Constitución.

De hecho, cuando el ministerio de la Presidencia manda imprimir en el BOE un texto legislativo no aprobado por el Congreso, está vulnerando la LEY con mayúsculas. Ni la autocracia franquista se atrevió a tanto en sus últimos veinte años.

Qué va a hacer pues el fiscal de Sánchez sino de mascarón de proa para desviar la atención de la raíz de la crisis que vivimos. Y así, llegar al absurdo de servirse del fiscal presente en su imputación como su abogado defensor; jugar con sus teléfonos como la bolita y el cubilete del trilero más barato; o terminar en su despacho, bien cerrada la puerta, para aislarse del clamor que bulle por los pasillos de la sede de la Fiscalía General del Estado. Aguantar, siempre aguantar y firme el ademán.

Larga vida pues a don Álvaro, un fiscal para la eternidad.

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Posted jueves, febrero 6th, 2025 under Política.

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