Y hay quienes dicen que no tienen riesgo
Aquel centenario Partido Socialista Obrero Español ha ido perdiendo sus señales de identidad como las hojas de un viejo árbol caen en el otoño crepuscular.
Comenzó perdiendo la O de Obrero a manos de los socialdemócratas de Boyer, Rubio y Solchaga y los faustos del 92. Voló después la E de Español cuando Zapatero proclamó en el Senado que Nación es un concepto discutido y tan discutible que ni Sánchez supo explicárselo a Patxi. López, sí.
Hoy S es de Sanchista. Lo de Socialista lo ha hecho cisco la bomba de racimo explosionada por su Jefe para abrirse a tantos intereses e ideologías ajenas con las que bandearse ante cualquier circunstancia.
Y así va el hasta ahora tenido por uno de los dos partidos de gobierno. Lanza en ristre y protegido por la adarga Frankenstein, desarbola cuanto se interpone en su errático proceder.
Mañas no le faltan, lo que le hace poco menos que imbatible frente a los que siguen pensando que están jugando con un mismo reglamento, sin sacar consecuencias de que les han cambiado los árbitros y hasta los jueces de línea.
Lo último son las cartas a la UE denunciando que el líder de la oposición ha cambiado su rechazo a la amnistía, que bendice los indultos que sean necesarios y que el forajido y secuaces no son terroristas. Como si no fuera suficiente la realidad de que Feijóo no compró lo que a Sánchez le hizo presidente.
Resulta difícil de evaluar, así a distancia, cuánto interés haya podido suscitar este ridículo embrollo ante el electorado galleo, quizá más atento a las cuestiones ordinarias que a la gente atañen y de la que apenas les han hablado quienes debieran haberlo hecho.
Pero así son las cosas. Tal vez el rechazo en el Parlamento Europeo del nuevo PSAN, el BNGA y demás socios a que en la UE los cuerpos de seguridad sean considerados profesiones de riesgo tanga mayor interés cuando hace tres días han sido asesinados dos guardias civiles en Barbate. Galicia ha conocido bien lo que el narco supuso entre sus gentes. Y no son pocos los gallegos que nutren las plantillas de Policía Nacional y Guardia Civil.
¿Realmente les importará un bledo a Besteiro, el vicario de Sánchez y a Pontón, la candidata del BNGA, la vida de estos dos servidores públicos? Quizá sí, tal como a los bilduetarras, peneuvistas, sediciosos catalanes y el mismo Illa que no levantaron el culo del escaño para compartir un minuto de silencio por el dolor causado. El propio presidente del Gobierno resolvió el trámite con un tuit entre gala y pase de modelos.
