Fue colocada al frente de las Cortes Generales sin tener idea de lo que es y representan las dos cámaras del poder legislativo. Y así, recién aterrizada de las Baleares. el que manda la colocó a frente del órgano constitucional que representa al pueblo español. Y doña Francina Armengol devino en la tercera autoridad del Estado. Eso es el sanchismo; peleles empoderados.
Sin tiempo para ojear el Reglamento del Congreso, remedó el empeño que puso en las Islas para constreñir el español, y decretó por las buenas, o por las malas porque ni se tomó la molestia de pedir aprobación a los diputados, la conversión del hemiciclo en sala de traducciones varias.
Y así se ganó su ratificación gracias a los votos de nacionalistas multicolores y progres reaccionarios. Para sí quisiera su jefe, el del Ejecutivo, tener hoy el mismo apoyo, la misma mayoría que doña Francina cosechó. Suele ocurrir, los trileros funcionan por un tiempo. Con más prosapia, Abraham Lincoln ya advirtió que se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no a todos todo el tiempo.
El caso es que este alfil que encubre las pisadas y tropiezos de su patrón en el camino hacia la investidura, tiene secuestrado el Congreso. Desde su constitución el 17 de agosto, la cámara sigue hibernada. El Gobierno, teóricamente en funciones pese a que haga de su capa un sayo, no da explicaciones a los representantes de los ciudadanos, es decir, juega sin control. Y la gente -gobierno de la gente, ¿recuerdan?- no tiene idea, por ejemplo, de cómo, cuántos y por qué nos invaden en cayucos. ¿La tendrá el ministro de Interior?
Tampoco tenemos una idea de cómo avanza la construcción europea, ¿la tendrá el presidente? Y muchos quisiéramos saber hasta cuándo seguirán enredando en su seno los elementos de la coalición, sobre todo ente un problema como el planteado por el terrorismo yihadista.
¿Cuestiones menores?, no tanto. Que la presidencia tenga bajo siete llaves el recurso contra la imposición de pinganillos podría parecerlo comparado con otras cuestiones como el bucle de tiempo abierto para que Sánchez acabe su felonía. ¿Cómo llamar si no sus tratos para comprar los votos de delincuentes? terroristas unos, otros golpistas como el prófugo y los indultados catalanes.
Con el parlamento cerrado a la espera del éxito o fracaso de Sánchez, dónde y cómo conocer qué opinan los españoles sobre la amnistía, sobre la igualdad o de la solidaridad como valores fundamentales de la convivencia…
En fin, de todo ello Armengol terminara dando cuenta, si es que no le sorprende antes alguna cuestión que pudiera haber quedado pendiente de su presidencia balear. El manto protector del Doctor Culm Laude tiene fecha de caducidad.