Del Zendal y cómo utilizar un drama

594 sanitarios atienden hoy a 417 ingresados en el Hospital Enfermera Isabel Zendal.

Madrid tiene seis letras, cantaba Pepe Blanco la última D de dignidad; las mismas que Zendal, el hospital para emergencias puesto en marcha por el gobierno de la Comunidad para escándalo de los altavoces que el sanchismo tiene comprados en el grupo Prisa.

Sanitarios de diversos niveles pusieron también el grito en el cielo por presentar unas instalaciones sin tener listo el personal para atenderlas. Bien, pero cuando los pacientes llegaron atropellados por la tercera ola, o la cola de la segunda ¿quién lo sabe?, la región capitalina ha tenido listo  un precioso instrumento -973 sanitarios y tres pabellones- que hoy envidian los servicios hospitalarios de otras regiones.

Y sin que el viento se lo lleve, como ha ocurrido en Valencia.

La estrategia sobre la pandemia de la coalición sanchocomunista está volcada desde hace muchos meses en cobrarse réditos políticos de la tragedia. Ochenta mil muertos y más de dos millones y medio afectados, cuatro millones y medio de parados, ciento cincuenta mil empresas caídas, etc., todo ello parece importar un bledo al caradura que se esconde a los pies del banco azul, como hizo todo el partido cuyas siglas arropan Su Persona, el 23 de febrero ¡cuarenta años antes!

Ahora se trata de salvar la imagen de Sánchez en Cataluña. De eso va todo; las instituciones al servicio de tan patriótica misión. Le basta con ganar puestos en el cómputo de votos. Y si el candidato recién extraído del Gobierno fuera capaz de ganar cuanto perdió como ministro, champán para todos. Comenzando con Esquerra, el socio favorito en el Congreso, y los de Colau. Un tripartito para amansar las fieras.

Sólo la ingenuidad de una política arruinada puede imaginar que el PSC vaya a jugar con ella a restaurar la normalidad constitucional en Cataluña. Pero mujer, ¿a estas alturas quiere repetir el numerito de verse despechada, como aquel ciudadano brillante en quien tantos tenían tantas esperanzas depositadas? Además, ¿por qué no lo intentó hace cuatro años, cuando usted fue quien ganó?

En cualquier caso, son cuestiones marginales dentro de la afrenta que estamos sufriendo los ciudadanos por parte de un gobierno incapaz de resolver uno solo de los problemas que los acosan. Un gobierno mendaz que ha hecho de la ocultación su arma más eficaz. Los contagios corren sin freno por todo el país pero Sánchez reitera su mantra: la cosa va bien. Seguramente por eso, y para que no quepan dudas, regala las prisiones al gobierno vasco. Puro trumpismo.

The Washington Post publicaba ayer que el populista de teñido tupé recién desalojado de la Casa Blanca engañó 30.573 veces durante su mandato; de ellas casi, la mitad en su último año. El de aquí, sin llegar a tanto, superará ese récord si a sus mentiras se suman los silencios con que oculta la realidad.

 

P.S. “No nos merecemos un gobierno que nos mienta” clamó el secretario general de aquel partido socialista hace cuarenta años.

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Posted lunes, enero 25th, 2021 under Política.

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