Cual caballero medieval, el vicepresidente Iglesias saltó brioso del corcel para defender a su dama y ministra Montero de los envites que el proyecto de Ley Orgánica de garantía integral de la libertad sexual ha recibido, recibe y seguirá recibiendo dentro de su propio Gobierno. “Hay mucho machista frustrado”, esgrimió en el Senado para justificar los problemas del proyecto de su cónyuge; como si de un hijo se tratara.
No se ha dado por aludido Juan Carlos del Campo, titular del ministerio de Justicia que tantas pegas ha puesto al engendro legislativo, de chapuza calificaron el proyecto. Al menos no constan protestas.
A la vicepresidenta Calvo, otro obstáculo en la marcha triunfal de Montero, también le ha resbalado la acusación de machista, como no podía ser de otra forma, claro. Pero de dejarse superar por el socio que le pisa los talones en el banco azul, na nai.
Y así salen a la calle detalles como el empleo de palabros tales como revictimizar, que es ajeno a toda técnica legislativa, un tercio ha tenido que ser afeitado, su texto está escrito con negritas y comillas como si de un panfleto se tratara, etc. En fin, que no hay por donde cogerlo.
Cierto es que alguna razón asiste el caudillo podemita cuando, ciscándose en las promesas de transparencia con que se emperifollaba durante la campaña, dice ahora que estas diferencias hay que tratarlas a puerta cerrada. Pero precisamente él…
Como para estos lo sustancial es la imagen, lo que ayer presentaron es el pase por el Consejo, en primera lectura, del proyecto que pretende hacer de España el país de referencia en la defensa de los derechos de las mujeres, como propaga la titular de Igualdad. Dice que así cumple el compromiso de haberlo hecho antes del día 8.
Pero la realidad es que hecho, hecho, no ha hecho más que empezar su viacrucis por los órganos que tienen que informarlo, el Consejo General del Poder Judicial y el Consejo de Estado. Luego volverá al Consejo de Ministros y de ahí, al debate en el Congreso. Total, para el otoño próximo si es que la tangana sigue en pie.
Pero no deja de ser relevante que ya son varios los desencuentros producidos dentro de esta coalición de progreso que protagoniza el despelote global que define la política de la Nación. El proyecto de ley educativa que con la atribución a Celá Sánchez sigue pagando los apoyos de nacionalistas vascos y sediciosos catalanes es otro punto de divergencias dentro del equipo. Como el techo de gasto lo fue a costa de la tercera vicepresidenta.
¿Política exterior? Iglesias con el boliviano García Linera hará a la ministra del ramo la misma gracia que le hizo la reunión con el Frente Polisario del llamado Nacho Álvarez, secretario de Estado podemita, el economista que advierte muy serio que no hay que caer en el error de la austeridad en la política económica.
Eso sí, no consta que la excarcelación de los delincuentes Junqueras y Llaneras haya sido objeto de confrontación alguna. El profesor Castells sigue tranquilo dentro de la red.