Sofisticado es, no cabe duda; la prueba es que casi nadie lo ha entendido. Y si para explicarlo echan mano del Titanic como hizo Celá, esa lumbrera ministerial que asiste los viernes a la prensa, ya es el acabose.
Cierto es que el ”Haz que pase” sobreimpreso sobre la efigie de Sánchez no es más que un lema de campaña electoral que, como casi todos, apenas mueve adhesiones pero éste resulta particularmente chocante. Pone a los ciudadanos ante una incógnita: qué es lo que tendrá que pasar, se preguntarán, en vez de dar un consejo, lanzar un reto, proponer una meta… en fin, lo que corresponde al momento.
Claro todo ello importará un bledo a Sánchez, consciente de que la auténtica campaña es la que él hace con sus ministros los alegres viernes de esta cuaresma. Los decretos-ley con que riega las plazas más ariscas, esa es la campaña real. Claro que no cumplen el requisito de la urgencia el rosario de gratuidades, ayudas y socorros decretados, la única urgencia es la suya; la compra de los votos precisos para que pase con bien este trámite de las elecciones.
Votos ciudadanos, y votos de sus representantes en el Congreso una vez pasado el 28-A, no vaya a resultar insuficiente el castigo que la ley D’Hont propinará a una oposición incapaz de conjugar esfuerzos en aras de sus intereses comunes, que son muchos.
Y así los nacionalistas de todos los pelajes recibirán lo que dispongan, comenzando por los vascos del PNV, partido rémora de todos los gobiernos a los que chupa la sangre en forma de transferencias y lo que sea menester para seguir defendiendo los intereses de la burguesía vasca. Su carácter lábil quedó patente cuando acudió presto en ayuda del vencedor de la moción de censura contra Rajoy el pasado año, como en 1937 traicionando al gobierno republicano con la rendición de sus gudaris en el pacto de Santoña.
En fin, además de Sánchez muchas otras cosas deberían pasar. Los diarios nos las ponen delante cada mañana, incluso alguna radio y televisión; ahí está el mejor eslogan para no liarse con las papeletas ante las urnas.