Sobre las espaldas de estos dos hombres que caminan al paso como viejos amigos recae el peso de la soberanía popular recobrada por los españoles a golpe de votos hace ahora cuarenta años.
Hicieron posible la concordia.
Que su recuerdo sirva de auto homenaje a todos cuantos hoy se sientan orgullosos por marchar libre y pacíficamente por la senda por aquéllos abierta, el Rey Juan Carlos I y su Primer Ministro Adolfo Suárez.