Lo dijo el Rey para despedir al gobierno saliente, “vienen tiempos duros”. Quién podía imaginar en qué situación iba a concluir el mandato de aquel joven que en 2004 hacía gracia a quien consideraba a Aznar un adusto antipático.
Con sonrisas, buenismo queda acuñado, no se va a ninguna parte. Tal vez por ello me reconforta la decisión tomada por la mesa del Congreso en cuanto al Grupo que los radicales independentistas pretendían. Querían un favor, olvidadizos ellos de aquello de “favor con favor se paga”. ¿El común qué habría de pagar y por qué a los enviados del MLNV para hacer la guerra en Madrid una vez perdida la fe en sus pistolas?
El diputado Errekondo, buenas formas en todo caso, dijo que la decisión de impedirles formar Grupo propio ha sido “exclusivamente política”, y la prueba, añadió, es que “no han conseguido el apoyo de todos los grupos”. El argumento, insólito donde los haya, será usado hasta la saciedad durante toda la legislatura, y no sólo por ellos. En esa línea destructora de la democracia representativa andan demasiados.
Ayer partidos, sindicatos y buena parte de los medios hacían la ola a Amaiur que, pobres, acabaron confesando que les da un poco igual porque así van a seguir “estando en un grupo o en otro”, Errekondo dijo. ¿A qué tanto alboroto, entonces? Tal vez por el cuarto de hora de cada sesión de control para preguntar que para cuando su independencia –como adelantaron anoche-; tal vez para disponer de más fondos; tal vez para… ¿Para qué?
La pregunta, más que a ellos, cuya respuesta sería obvia, va dirigida a los palmeros circundantes. A quienes añadiría otra: ¿Y retorcer la norma para dar razón a los demandantes no hubiera sido una decisión política?
¡Ay aquella otra sentencia, cínica por demás, que advertía de que “al amigo, todo; al enemigo, nada, y al indiferente, la legislación vigente”!. Lo único que aparece claro en la primera decisión tomada por la mesa es que los radicales independistas han sido tratados como indiferentes, lo cual no está mal.
Toda decisión del Congreso y sus órganos es política, por definición. Podrá o no estar ajustada a derecho, y en este caso han tirado por lo ajustado. Cierto es que aún están a tiempo de tirar para el otro lado…