San Martín visto por el Greco
Fue hace dos semanas; el 11 de noviembre se conmemoró el día de San Martín, obispo francés, de Tours concretamente. Miguel de Cervantes recogió en su Quijote lo que ya en aquellos tiempos venía siendo una singular costumbre: “Su San Martín le llegará como a cada puerco”.
En fin, el día de hoy tal vez pase a la historia como una cuenta más del rosario de desgracias y penares que asolan la presidencia Sánchez. O no, porque ha quedado ratificado que no tiene mayoría para gobernar, que aquel “somos más” fue la primera mentira de la legislatura. Y que su hombre de confianza Ábalos, paladín del recobro de su jefatura en el partido y portavoz de la moción de censura contra la corrupción que le sentó en el banco azul, mete en danza a Begoña cuando se ve camino de la cárcel por corrupto precisamente.
Día negro este 27 de noviembre de 2025, en el que otro ministro de su gabinete ve entreabrirse las puertas de la justicia y la presidenta del Congreso comienza a tambalearse sobre su alto escaño mientras maquina trampear el número de escaños.
Para empezar a hablar, parece que no van a faltar nuevos actores con papeles destacados en esta especie de drama gótico al que venimos asistiendo sin perder resuello. La presión de la soledad, cuando se tiñe de negro encerrada entre cuatro paredes, hará cantar a los pillabanes hasta el anillo de los nibelungos wagneriano. O tal vez zarzuelas del género chico, quizá más propio del caso.
En fin, ¿así va a seguir el ocupa sin vergüenza como si pudiera gobernar? Señor Sánchez, devuelva la llave de La Moncloa a los dueños de casa, los titulares de la soberanía nacional. No tiene más salida, y que la calle hable. Pase lo que pueda pasar siempre será bueno airear las estancias degradadas por su mendacidad y la corrupción de tantos amigos.
Y a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga. O el mismo San Martín.
