El timo de la delegación

Puigdemont tiene siete votos preciosos par Sánchez.

Son insuperables en eso de mentir. Los de Sánchez han tratado de entrampar simultáneamente a Puigdemont y a cuarenta y muchos millones de españoles más. La proposición de ley conjunta firmada lejos de nuestras fronteras y con mediador internacional, además de un grave atentado es un bodrio sin futuro.

Como tantos otros desafueros, en unos meses podría salir aprobada de las Cortes Generales; unos brindarán con cava haber subido un peldaño más en el sueño de fer país, mientras otros se mesarán barbas y cabellos porque las vestiduras ya no se rasgan. Y poco más, el viento de la cordura constitucional se llevará sus cenizas.

Ni Conde Pumpido podrá evitarlo. El truco de la proposición de ley firmada por dos partidos sin los dictámenes ni antecedentes que la Constitución exige a los proyectos del Gobierno para hacer una Ley Orgánica habla por sí mismo: empeño trucho.

Y no digamos lo del juego de palabras: “no hay cesión, es delegación”. Pero ¡adónde van si se trata precisamente de materias indelegables! Esa es la almendra.

Amparados por una lectura pedestre del número 2 del artículo 150: ”El Estado podrá transferir o delegar en las comunidades autónomas, mediante Ley Orgánica, facultades correspondientes a materias de titularidad estatal que por su propia naturaleza sean susceptibles de transferencia o delegación.”

Pero antes está el 149: “El Estado tiene competencia exclusiva sobre las siguientes materias: 2º. Nacionalidad, inmigración, emigración, extranjería y derecho de asilo. 3º. Relaciones internacionales. 4º. Defensa y Fuerzas Armadas. 5º. Administración de Justicia.”

Claro que hay materias susceptibles de delegación, y se citan dentro de las treinta y dos de competencia estatal con la fórmula “sin perjuicio de su ejecución por…”. Son los casos de la legislación laboral, defensa del patrimonio cultural, ferrocarriles y carreteras dentro de la misma comunidad, etc. Es decir, sentido común.

Como lo es que también ha de haberlas de exclusiva competencia del Estado. Los constituyentes y el pueblo soberano dejaran bien claro que con las cosas de comer no se juega.

Y dicen los sabihondos tipo Pachi López, sí el que puso en duda que Sánchez supiera qué es una Nación, que el bodrio está dentro de la Constitución. Uno y otro emiten señales de que tampoco saben lo que es un Estado.

Puestos a mentir podrían decir que no hacen más de transponer legislación europea. Total, ¿qué más da?

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Posted miércoles, marzo 5th, 2025 under Política.

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