La actualidad se ha revuelto contra la marcha triunfal del sanchismo. Ni una noticia benevolente. Las primeras señales vinieron de fuera hace más de una semana. En Italia, la RAI celebraba a la presidenta madrileña por su gestión de la pandemia, mientras el presidente del Comité Europeo de las Regiones felicitaba a los madrileños por tener en Díaz Ayuso una presidenta capaz de liderar políticas sensatas, lo que para la UE se ha traducido en un éxito empresarial y sanitario.
En fin; parece que los que pueden ver el bosque por encima de los árboles tiene mejor juicio de lo que se estila en nuestros medios; de los candidatos opinen para qué hablar; estando en campaña, qué van a decir.
Pero más allá de la batalla por Madrid, al sanchismo le vienen dando por uno y otro lado. La UE y los tribunales parecen dispuestos a parar los pies de Mi Persona antes de que rompan más cacharros. Incluso sus socios parlamentarios, sus cirineos, llaman su atención chasqueados ante el pasotismo del gran conductor ante la pandemia.
Ésta ha sido buena: incluso el mismísimo republicano catalán está dispuesto a enmendar la irresponsabilidad del gobierno. Lo dijo Rufián dispuesto a votar el plan presentado por Casado para gobernar ordenadamente el fin del período de alerta con el que han mantenido aherrojado el parlamento durante cerca de año. “Aunque venga del PP”, subrayó en la misma línea Baldoví, el de Compromís. Y por ahí anduvieron también Errejón y Aizpurúa, Más Madrid y HB Bildu. ¡Lo nunca visto!
Desde Bruselas, tras el consejo celebrado hoy mismo, el comisario Reynders da cuenta de lo que preocupa sobre la situación de la Justicia en nuestro país: la ausencia de un CGPJ plenamente operativo y el sistema de designación del fiscal general. Estos dos “puntos preocupantes” ya fueron anunciados hace siete meses al gobierno español que se ha llamado andana.
Además, la UE considera imprescindible que España incorpore los estándares europeos que, “requieren que al menos la mitad de los miembros sean elegidos directamente por los jueces”. En España, los 20 miembros del Consejo son elegidos por las Cortes Generales entre jueces y juristas de reconocida competencia.
Humillado por la vara recibida, Mi Persona mandó retirar del Congreso la proposición de ley con que quería reducir la mayoría cualificada necesaria para elegir a los vocales del CSPJ.
Al magistrado que funge de Ministro de Interior la Justicia le da el segundo varapalo en cosa de tres meses. El primero fue por el relevo del jefe de la Comandancia de Madrid, coronel Pérez de los Cobos. Anulado por la Justicia. El segundo ha sido por otra destitución no suficientemente fundada, el de un agregado de Interior en la embajada en México. Marlaska hace el don Tancredo.
El fiscal Zaragoza devuelve a Dolores Delgado el nombramiento con que le distinguió hace un año, decisión recurrida ante el Supremo por “ilegal, improcedente y nula de pleno derecho.”
A la vez, la Justicia absuelve de cualquier imputación sobe la financiación del partido popular a la expresidenta de la Comunidad madrileña Cifuentes. Y el acabose: por si fuera poco, la Audiencia ordena al Gobierno devolver a la familia Franco lo que había en Meirás.
¿Queda algo más? La baraka comienza a oxidarse.