Liderazgo blando y el procés

 

Durán y Pujol rodeados de esteladas

Leyendo una entrevista a Durán i Lleida que el XLSemanal de ABC publicaba este domingo cabe sacar la conclusión de que la sedición catalana no tiene solución viable por los cauces de la normalidad.

Durán ha sido el líder de Unió, partido catalán democristiano y nacionalista de raíces carlistas. Nacido con la segunda república, lo sacudieron desde uno y otro bando de la guerra incivil y reapareció durante la transición bajo la presidencia de Coll Alentorn. Desgajado el sector encabezado por Cañellas para unirse a UCD, Unió encontró pronto pareja con la Convergencia de Pujol y formaron la coalición CiU que gobernó Cataluña durante un par de décadas.

La coalición se deshizo en 2015, vista la deriva soberanista en que se embarcó Convergencia, presidida por Mas. Unió se presentó en solitario a las elecciones autonómicas y a las generales; en ambos casos no obtuvo diputados. Los juzgados liquidaron el partido quebrado por las deudas y Durán pasó a sus cosas; entre otras escribir el libro que ahora presenta bajo el título “El riesgo de la verdad”.

Nacido en Huesca como buen catalanista, el que durante once años fue portavoz en el Congreso de aquella coalición nacionalista que mercadeó todo cuanto pudo con los gobiernos de González, Aznar y Zapatero, expone en la citada entrevista su punto de vista sobre el procés, dentro de los cauces más tópicos roturados por la democracia cristiana.

Opina que no ve aplicables los delitos de revelación ni sedición a los procesados, al tiempo que manifiesta su confianza en la Justicia, “que espero que no fracase ahora”. Cree que Sánchez ha intentado desinflamar el conflicto; jugó con los independentistas a las siete y media y los otros se pasaron pidiendo cartas y más cartas. “Junqueras que hoy aparece como el más bondadoso, es el que apretó a Puigdemont para la declaración unilateral de independencia”.

En fin, todo razonable hasta que llegan las cuestiones sobre su papel al frente de Unió y en torno a Pujol. No cree que su partido haya sido parte del proceso independentista “porque cuando yo defendía el derecho a decidir nadie lo equiparaba a decidir la independencia”. Reconoce “históricamente mi partido defendió el derecho a la autodeterminación, como lo defendieron también el PCE y el PSOE. Siempre estuvo en la nebuloso ese derecho, aun sabiendo que no se podía ejercer…”.

Y ahí surge la cuestión: ¿si no se podía ejercer, por qué lo reclamaba? El liderazgo es mucho más que sentirse ovacionado por unos cuadros que deben al jefe su posición, o acompañado por millares de seguidores de lo que circula por ahí. El ejercicio del líder consiste, precisamente, en dirigir a sus partidarios hacia un horizonte cierto sin perderse por los vericuetos del camino. O sea, y en catalán, al pan pa y al vino, vi.

Precisamente lo contrario de lo que dice hablando de su antiguo socio: “Yo estoy convencido de que algunas investigaciones y documentos sobre la familia Pujol habrían sido distintos con procés que sin procés.” ¿Habrá olvidado Durán aquella amenaza del ex honorable cuando desde el Parlament, año 2014, abroncó a toda España por no darse cuenta de que si “cortas una rama, cae una rama y todos los nidos que hay hasta caer el árbol entero”?

Profecía cumplida; he ahí el procés. Y es que como la popular Sánchez Camacho advirtió en aquella misma sesión, “la Catalunya independiente es el último refugio que les queda para la impunidad”.

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Posted lunes, marzo 4th, 2019 under Política.

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