Por si no tuviera bastante con el escandaloso taponamiento del proceso de los ERE, y el reciente descubrimiento del fraude aún mayor en la Junta, Susana Díaz, la candidata más que a la Junta andaluza a Felipe González, que para eso la vienen preparando, comienza la campaña electoral rasgándose las vestiduras ante unos datos que no tienen vuelta de hoja.
Es lo que pasa por andar nuestro país tan escaso de respeto a los hechos, a los datos, a eso que los sajones llaman facts. Uno de las sentencias más certeras del buen periodismo es la que el editor liberal C.P. Scott puso al frente del Guardian británico: Comment is free, but facts are sacred.
Pues bastó que la diputada popular Isabel Tejerina, exministra de Educación por cierto, dijera en un medio que los niños andaluces vienen a saber a los diez años lo que a los ocho supieron los castellanoleoneses para que la candidata socialista soltara las campanas al vuelo, ¡Andalucía ofendida!, y demás aspavientos frente a lo que todos los docentes españoles conocen desde la publicación del último Informe Pisa, que viene a decir prácticamente lo que el anterior.
Los datos son tan así como que en “Competencia en Ciencia” los alumnos de Castilla-León están a la cabeza nacional, con 519 puntos, y los de Andalucía, con 473, figuran en último lugar. La media española está en 493. En “Comprensión Lectora”, sucede algo similar, 522 puntos frente a 479 respectivamente. Y en “Competencia en Matemáticas”, 506 frente a 466.
Los expertos que elaboran estos informes explican que 30 puntos de diferencia equivalen a un año escolar. Según ello Tejerina se pasó medio año, el andaluz de diez años estaría al nivel que el castellano tenía a los ocho y medio lo cual, más que para emprenderla a cañonazos como hace dos siglos hiciera Agustina de Aragón frente a las tropas del mariscal Lannes, es para reflexionar sobre las causas de tanta desigualdad.
Gracias a PISA sabemos que los niveles de formación son muy dispares entre las regiones españolas, lo que se traduce en problemas de equidad.
La inversión en Educación es tan importante como la eficiencia con que se administren los recursos; ahí es donde tiene que poner el grito la presidenta andaluza. Máxime cuando su región arrastra las consecuencias del escaso nivel de alfabetización que sufrían los bisabuelos de los actuales escolares.
Ya puede espabilar Susana Díaz si es que los escándalos le dan tregua algún día. Lleva seis años presidiendo, o dirigiendo desde la Consejería de Presidencia e Igualdad, la región andaluza con lo cual el problema no le es ajeno. Y el hecho es que mientras que Castilla León compara con Alemania o Canadá, Andalucía lo hace con Croacia e Israel.
Son datos, y como su paisano sevillano Machado hizo decir a su Juan de Mairena, “la verdad es la vedad, dígala Agamenón o su porquero”.
A propósito, y hablando de cultura, ¿recuerdan aquellas palabras del doctor Sánchez: “Desde Soria cuna de Machado, todo mi reconocimiento al trabajo de profesores y condolencias a familiares y amigos.” Sin comentarios.