La opinión pública, aturdida ante la escalada de despropósitos que se suceden en Cataluña, no parece prestar atención a otros asaltos a la democracia como el que este mes se perpetra en el consistorio madrileño.
Las huestes podemitas que encabeza Carmena con el amparo del PSOE pueden aprobar la creación de comités ciudadanos dentro de una llamada Ordenanza de Cooperación Público-Social. Otro atentado del radicalismo contra la democracia representativa en que las naciones libres de la tierra basan la convivencia de sus ciudadanos.
Para los teóricos de este neo leninismo que encabeza Iglesias y alimenta su tropa, nuestras democracias son excluyentes, no representan a la gente; el pueblo sólo puede hacerse oír ejerciendo directamente el poder.
Es decir, como las estructuras, municipales en este caso, están sometidas a los poderosos, al mercado, bancos y demás instituciones opresoras, pongamos en pie otras surgidas de la calle; de abajo a arriba. Tres promotores bastarían según esta ordenanza para montar un consejo ciudadano al que dotar de subvenciones y medios para hacerse notar.
Todo podría ser defendible si la historia de los últimos cien años no estuviera llena de esta suerte de artilugios creados por las dictaduras para el control y fractura de sus oprimidas sociedades. Pero hoy los antisistema que nos han tocado en mala suerte, perdida su fe en la capacidad revolucionaria de los ideales, han proyectado una red de amparo para cuando pierdan el poder. En palabras de Errejón, “una estructura económica autónoma para acoger a buena parte de los cuadros militantes que hoy trabajan en las instituciones”.
Se lloraba el becario fraudulento de la Universidad de Málaga de que “uno de los dramas en Argentina es que al perder el gobierno nacional las elecciones y ganar el señor Macri lo que ha pasado es que no hay estructura para sostener a la militancia”.
O sea que a vivir del dinero público, que para algunos no es de nadie como dijo aquella ministra de Zapatero y hoy secretaria de igualdad y una de las portavoces de Sánchez. Los EREs no son la única forma de corrupción al alcance del pueblo; los podemitas están poniendo en marcha otra red clientelar, nuevos pesebres para cuando haga falta, que fuera hace mucho frío.
¿Seguirá el PSOE votando a favor de los desvaríos de los regidores madrileños?