Nada de lo que está ocurriendo es serio. El partido en el Gobierno permanece enrocado mientras enfrente planifican la voladura del alcázar y convocar elecciones una vez cobrados los réditos de la ocupación de TVE, las Delegaciones de Gobierno, el Boletín Oficial del Estado y hacerse cargo de la regadera de las subvenciones.
¿Un año, año y medio?
Para dar estabilidad al país, el secretario general socialista, sin encomendarse a Dios, al diablo, ni a su propio partido, se postula a presidente de la Nación subido a un pandemonio de intereses y pensamiento de imposible digestión.
El país convertido en almoneda. Todo se negocia sin negociar nada porque lo negociable es inconfesable. Hace dos años el órgano supremo socialista prohibió a Sánchez apoyarse en separatistas y otras gentes de mal vivir democrático para llegar a La Moncloa. Pues ahí está este botarate después de haber purgado los órganos representativos por el populista medio de apelar directamente a las bases. ¿Cuánto tardará en trasladar a catalanes y vascos esa apelación directa al pueblo?
PP y Ciudadanos podrían jugar un papel determinante en ese embrollo. Sólo ellos tienen capacidad para impedir la llegada del gobierno Frankenstein, pero quia.
No se advierten señales de que alcancen a ver más allá de sus propias ambiciones. Unos, conservar el poder mientras dure que de ellos depende la salud económica del país, piensan; los otros a la espera de unas elecciones que derramarán sobre su líder el poder para conducirnos a la tierra prometida. Tan convencidos están de ello como Newton de la ley de la gravedad tras caerle encima la manzana.
¿Tan difícil será concertar entre ambos una hoja de ruta para salir del laberinto? ¿Tan imposible consensuar un proyecto electoral que restañe las grietas del centro derecha socio político español?
Si los poderes ejecutivo y legislativo están hechos unos zorros, el judicial no les anda a la zaga. La politización ya cristalizada en asociaciones conservadoras y progresistas es causa de crisis larvadas, y en algunos casos tan públicas como la que está provocando la sentencia Gürtel, en la que los magistrados progres de la Audiencia Nacional De Prada y De Diego, extendieron fuera de límites la cosa juzgada.
Expresiones como que el testimonio del presidente del PP y del Gobierno “no aparece como suficiente verosímil” son la espoleta que ha hecho estallar la crisis. La presunción implícita en la frase no corresponde a una tertulia, ni siquiera a un debate político; está escrita en la sentencia… política.
En resumen: el poder ejecutivo está en un ay; el legislativo convertido en el patio de Monipodio, y el judicial invadiendo aquellos dos. Lo dicho; esto está hecho unos zorros.
¿Cuánto tardará en trasladar a catalanes y vascos esa apelación directa al pueblo?. El R78 consulta al pueblo lo que le conviene para justificarse, con referenda puntuales; en la democracia de la libertad colectiva los DdD están en contacto con su circunscripción CADA SEMANA y el pueblo le controla. El país está hecho unos zorros y el problema es el sistema de partidos. Qué le van a decir a Vd. que ya no sepa.