El encuentro de Rajoy con Sánchez ha revelado que la crisis abierta por los secesionistas catalanes es para el PSOE la gran baza para calcinar el gobierno de los populares; lo demás, la esencia del problema, el golpe al Estado de Derecho, es accesorio. Para los socialistas de Sánchez el problema es Rajoy; ha perdido cinco años, ni tensa la cuerda ni abre cauces para el dialogo; él es el culpable.
Ese fue el mensaje que dio la portavoz parlamentaria socialista Robles, la que hace unas semanas afirmaba que no se hace militante porque, como jueza, quiere ser independiente. ¡Extraña independencia la que pueda tener un portavoz de partido!
Pero en fin, yendo a lo sustancial, el partido socialista sigue mareando la perdiz, y con ella a los españoles, hablando de reformas constitucionales para sofocar la sedición. Todo con y por la Constitución pero, eso sí, de aplicar el artículo 155, nada; como si no formara parte del ordenamiento constitucional. “La defensa de la legalidad y la Constitución” tiene sus límites, como se ve.
Tensar la cuerda pero “con mesura” ¿no es lo que están haciendo los poderes del Estado? Cauces de diálogo ¿no está la Vicepresidenta del Gobierno en Cataluña un día sí y otro también, hablando con personajes como Junqueras, el mero mero de la Generalitat, que diría un mexicano?
Relevante la literalidad con que la portavoz definió la posición socialista sobre el referéndum de la ruptura: no lo apoyarán. ¡No lo apoyarán! No dijo que lo impedirán, que es una barbaridad, que lo recurrirán; no. Simplemente, no lo apoyarán.
Mala pedagogía por parte del primer partido de la oposición. Las críticas se las llevó el Gobierno que defiende la Constitución, los sediciosos se fueron de rositas. Insólito.
El “sí pero no” vale para cuestiones menores pero roza la felonía cuando lo que está en juego es la esencia del sistema de convivencia de los españoles. Los podemitas estarían en su papel, pero el partido que ha gobernado más años nuestra democracia…
Realmente, qué cabe esperar del secretario general socialista que hace año y medio llamaba indecente al entonces presidente del Gobierno, el mismo que hoy sigue siéndolo, por cierto.