Lecturas de los resultados electorales, para todos los gustos. Ciudadanos se ha comido al PP, y el PSOE sigue cayendo elección tras elección. Pero lo de CDC más ERC, el JpS, más que caída es un derrumbamiento; en tres años han pasado de suponer el 44,37% del voto a un 39,64%, o en términos de escaños, de 71 a 62. Las banderas, masas callejeando y leyendas desplegadas por las televisiones, radios y periódicos paniaguados no han podido contra el seny que aún albergan muchos catalanes.
Es pronto para saber cómo va el proceso, pero hay demasiados indicios para aventurar que el partido de la burguesía acabará fagocitado por Esquerra, ahora con el viento a favor de la CUP. Mas nunca debió pasar de ser presidente de una comunidad de vecinos. Su propia parroquia le ha vuelto a juzgar, y ya van dos, como gestor de la Comunidad catalana. ¿Tenía necesidad de someterse a este test? ¿Acaso se sentía acosado por la Justicia? Esa celeridad en buscar jueces para montar su propia organización judicial…
Una vez más demuestra que su capacidad para perder votos no tiene fin. El proceso seguirá abierto por mucho tiempo, más que el que empleó Moisés en sacar al pueblo judío de Egipto.
La secesión se ha quedado sin alcanzar el mítico 50% de la adhesión ciudadana, porcentaje que por otra parte no constituiría la mayoría necesaria requerida en cualquier tipo de organización para adoptar decisiones sustanciales. ¿De qué se habla pues, o a qué se teme?
Y por si algo más les faltara, resulta que en Barcelona, el pal de paller de la Cataluña, aún están más lejos de significar una mayoría simple. Tampoco en Tarragona. Homérico triunfo el del tándem Mas & Junqueras.
Que las leyes están para ser cumplidas es un mantra que a fuerza de ser repetido acaba por perder sentido.
Lo que no está tan asumido es que las leyes, además de cumplirlas hay que hacerlas cumplir. Es más, para los que tienen la potestad encomendada de hacerlas cumplir, cumplir las leyes significa hacerlas cumplir. ¿Se cumplen las leyes en España? ¿Se hacen cumplir?
En las próximas semanas habrá ocasiones para tener respuestas claras; más claras de las que, a priori, cualquiera de nosotros ya tenía in mente desde hace tiempo.
En fin, salvado el escollo sería ésta la hora de estibar bien la carga y revisar el velamen y los tanques de combustible; de cuidar la nave para el resto de una larga singladura.
Me ha encantado el análisis de una situación que debió ser afrontada desde el primer día en que se declaró «el golpe de Estado». Lamentablemente (sólo tienen que entrar en mi blog) no contamos con un Presidente que tenga los CAJONES de la mesa bien colocados y haber aplicado el artículo 155 de la Constitución. Y por otra parte, la oposición moderada y respetuosa (como era el PSOE de Felipe González) está comandada por un chulo de barrio que intenta rodearse de cuanto navajero halle en los radicales escondidos en Podemos y en la Cup.
Ojalá no tengamos que aplicar el artículo 8 de nuestra Constitución.