Mucha razón asiste a Leguina cuando dice que “un líder de un partido como el PSOE tendría que haber trabajado en algo antes de meterse en la política. Debería ser una exigencia de los estatutos de todos los partidos. Que no se pueda llegar a la cumbre de la política sin haber trabajado en nada. No puede ser. Es una elemental defensa de la política”
Y continúa el último presidente socialista de la Comunidad de Madrid: “Es un problema que tiene el PSOE exageradamente y, por lo que yo sé, también lo empieza a tener el Partido Popular. Nosotros, es que miras alrededor, y ves gente que no ha terminado la carrera porque no le ha dado la gana, gente que hizo la primera comunión y se metió en las juventudes socialistas… Lo primero que haría es decir que nadie entrase en un partido sin haber trabajado antes en algo, aunque fuera de peón”.
Joaquín Leguina es una de las personalidades políticas más interesantes y menos atendidas del país. Desde su atalaya, setenta y pocos años, ha visto pasar demasiadas aguas bajo muchos puentes, sucesos que a este economista y estadístico no le han resbalado, a diferencia de tantos otros de su generación; socialistas o conservadores, que en esto las cartas están bien repartidas.
Viene a decir el cántabro que antes de todo es menester ser persona; lo dice y lo cuenta en muchas de sus novelas y escritos varios. Ser persona y no jugar con las cosas de comer, como la Constitución, que su partido dice querer reformar para acallar a los de Pujol, Mas, Durán y los otros.
Ante esa salida de pata de banco del federalismo no finge grandes lucubraciones teóricas, va directamente a la cuestión negando su virtualidad: “No porque no crea que un sistema federal para España vendría bien, sino porque ya lo tenemos. Que me digan a mí en qué se diferencia el sistema federal de Alemania o de Estados Unidos con las autonomías españolas. Lo que yo me temo es que a través de una reforma de la Constitución lo que se quiere es eliminar el artículo 2 de la Constitución. Es una locura. Eso no se puede negociar. Por eso, me parece que no son todas buenas intenciones. ¿Que hay algunas cosas que cambiar en la Constitución? No tengo la menor duda, pero eso en Estados Unidos se llama enmienda, no reforma”.
Dudo sin embargo que le asistan tantas dosis de razón en otro juicio vertido en “El Confidencial”. Después de advertir que en las estrellas no está escrito que el PSOE vaya a durar siempre, afirma que lo más positivo que le podría pasar en las próximas primarias es que Rubalcaba se presente, pero rodeado de gente de peso intelectual y político, no de pesos ligeros.
Se supone que además de presentarse desearía que ganara la nominación; no lo dice pero lo contrario resultaría sarcástico más que irónico. Bien, solidaridad cántabra. Pero en cualquier caso, ¿por qué el luchador que lleva dentro no se alza sobre las ruinas del aparataje de su partido, amortizado ya a golpes de tantas ocurrencias como fracasos?