A trece mil kilómetros de distancia las cosas se ven de otra manera; aquello de que los árboles no dejan ver el bosque. Que un diputado asevere que el final de la jurisdicción universal que el Congreso aprobará el 21 del próximo mes es un intromisión en el poder judicial tiene bemoles.
El mismo diputado que ha designado a los órganos de gobierno de ese poder, que con su voto reparte influencias políticas en ese poder -tantos conservadores, tantos progresistas, el nacionalista de turno, etc-; que el diputado que no moverá un dedo por la independencia real de la Justicia se presente ahora con esos escrúpulos parece una broma.
O tal vez se trate de una burla, porque entre tanto debate sobre la justicia universal los ciudadanos de su país, los contribuyentes, no pueden ver cumplido su derecho a una administración de justicia eficaz, es decir, independiente, responsable, pronta.
Burla o broma, en todo caso una parte de la progresía sigue divirtiéndose amparada en la irresponsabilidad que le confiere su escaso peso específico en la sociedad; y la otra se toma el tiempo de que el país no dispone para reencontrarse, que es lo que alegan cada vez que el tema catalán se pone sobre el tapete.
Dicen los arúspices que Rubalcaba expondrá en el debate sobre el estado de la Nación una idea de qué hacer para resolver el problema de Mas, Pujol y demás. Nada hace pensar que tal idea no sea otra que la ya distribuida hace unos meses para acallar su problema con la franquicia catalana: la reforma constitucional para llamar federal a lo autonómico.
Visto desde aquí suena también a broma, porque detener el proceso inciado por los secesionistas a base de dialogo bien está, pero no es serio suponer que para ello se dispone de todo el tiempo del mundo, del necesario consenso y que el país está en las condiciones idóneas para acometer un proceso que supone rehacer la Constitución, aprobarla en un referéndum, elecciones generales, otro referéndum…
Y entre tanto ¿quién piensa en los parados, en la salida de la crisis, en el bienestar general de los españoles?
Vamos hombre, un poco de seriedad.