El Nacional de Letras Letras Españolas a Luis Goytisolo es otra buena noticia, estando como estamos bastante hartos de tanta estupidez travestida de incompetencia, sectarismo o mediocridad. Porque premios los hay extraños, dejémoslo ahí, como aquel Nobel de la Paz que los sucos concedieron a Obama sin que llegara a sentarse en el despacho oval. O el mismo Nobel que dieron años antes a la radical indigenista Rigoberta Menchú, tan indigenista, o tan radical, que en las dos ocasiones en que aspiró a la presidencia de Guatemala no la votaron ni sus supuestos defendidos; que no llegó ni al 4%, vaya.
Y qué decir del Príncipe de Asturias a la Cooperación Internacional en el 98 que también llovió sobre la Menchú acompañada de Somaly Mam, la activista camboyana sin demasiados escrúpulos a la hora de adornarse con historias para no dormir sobre la prostitución infantil. Que diez años después Mam llegara a levantar al gobierno Zapatero cerca de 700.000 euros para su fundación es otro cuento.
Por ello cuando el atribulado ministerio de Cultura otorga el Nacional de las Letras a Luis Goytisolo conviene saludar como se merecen premiado y premiador. Éste, por la falta de todo lo que demasiadas veces demerita este tipo de decisiones. La independencia de criterio a la hora de evaluar méritos y circunstancias no siempre es aquí moneda de curso legal.
Y en cuanto al académico Goytisolo, por toda su vida dedicada a las letras, desde aquel primer premio Biblioteca Breve, finales de los años 50, hasta sus últimas reflexiones sobre el presente e incierto futuro de la novela. Entre medias, Antagonía, la tetralogía que comenzó en el año 63, recién salido de Carabanchel y del PC, y no concluyó hasta 1981; veintidós años para culminar una de las cumbres de la novelística de España en el siglo veinte.
Los hermanos Goytisolo han ido escalonándose en las nóminas de los premios literarios con el respeto debido a sus respectivas edades. Comenzando por el mayor y ya fallecido, el poeta José Agustín, en el 54 accésit del Adonáis, y autor de las “Palabras para Julia” que musicada por Paco Ibáñez se hizo canto de resistencia contra las dictaduras: “La vida es bella, tú verás cómo a pesar de los pesares tendrás amigos, tendrás amor”. Y siguiendo por Juan Goytisolo, Premio Nacional de las Letras Españolas también en el 2008. Tres hermanos que rebasan la Generación de los 50, tres antifranquistas con fundamento, tres creadores españoles a la postre recompensados. Y es que a pesar de los pesares tendrás amigos…