La Justicia deja de serlo cuando no es ejercida en tiempo y forma. La parálisis que produce en los pulsos de la sociedad acaba cerrando las puertas a cualquier esperanza. Contemplar cómo el tiempo pasa sin que paguen sus cuentas los delincuentes, homicidas sigan campando por saraos y tertulias, o cantando sus palinodias los apologistas del terrorismo, quiebra cualquier brote de confianza. En eso estamos
Si a todo ello se suma la inquietud que provoca un poder ejecutivo silente ante el vendaval y la inconsistencia del legislativo, más interesado en sacar los colores al adversario que en satisfacer las inquietudes de sus representados, las capacidades del Estado tienen a cero. La sociedad, si sale de ésta, habrá demostrado que se basta y sobra para resolver su futuro sin necesidad de ningún andamiaje jurídico político.
Pero para ello convendría dejar de tener delante ese retablo de los horrores que componen los Correas y Bárcenas, Guerreros y Griñanes, Urdangarines y Torres, Matas y Lanzas, ex respectivos de Baleares y de la UGT, etc. Congelar su memoria en un remake de aquel Todos a la cárcel que dejó filmado García Berlanga. Quizá no cupieran en La Modelo de Valencia, lo que sí está claro es que con tanto protagonista real no sería preciso el concurso de los Saza, Sacristán o Agustín González supervivientes de la versión original.
Bromas aparte, va a ser muy duro aguantar cinco años más con estos personajes encima, ejerciendo su legítimo derecho de defensa por encima del que tenemos el resto de los ciudadanos a vivir en paz y decencia, a organizar nuestro futuro como nos venga en gana, a ser libres para elegir representantes que nos representen y gobiernos que administren nuestros recursos con diligencia y sepan cómo ir a donde queramos llegar. No son derechos menores.
Qué difícil será sustraer esa arcadia feliz de los “y tú más” en que seguirán chapoteando unos y otros a merced del último escándalo por abrir. Sólo será posible con un gran acuerdo para atajar la gangrena cortando por donde sea preciso. Y por la entrada de urgencias.
por desgracia es un analisis absolutamente lucido y muy cierto.
cuanto tiempo va a aguantar la ciudadania esta situacion para no dejar de creer en la justicia……….o lo que es peor tomarsela por su mano??