“También los Premios Nobel de Economía, cuando se convierten en iconos mediáticos, dicen a veces tonterías”, ha dejado escrito ayer en El País y otros diarios americanos Mario Vargas Llosa. El Nobel hispano se refiere, claro está, al P. Krugman que en su blog y recientes artículos nos condenaba hace unos días a un corralito como el que cerró las fronteras a los movimientos de dinero en su admirada Argentina. Por cierto, que esa es otra: el profesor de Princeton no se le ocurrió otra cosa que ensalzar el gobierno de la Kirchner en la semana en que asaltaron YPF. Algo parecido a lo de Hollande, el nuevo presidente francés, cuya primera manifestación sobre su vecina España ha sido que debemos pedir el rescate de nuestros bancos.
Pero hombre de Dios, pida urgentemente a Zapatero el teléfono de M. Sebastián, que en un par de tardes le pone a usted a punto en eso de la economía. Así no se expondrá a que Rajoy le conteste en Chicago a vuelta de correo y como sin mirar a nadie, que a ver si otros exponen las tripas de sus bancos como España lo está haciendo. Porque si con la que aquí está cayendo, diluvio al que sus rogativas y las de Krugman tan eficazmente contribuyen, la suma del valor de los dos primeros bancos españoles vale un 33% más que el de los tres primeros franceses juntos… ¿no estaría mejor calladito que llamando imbéciles a los inversores internacionales, máxime habiéndoles obligado la crisis a capitalizar sus “viejos bancos” a través de la SPPE?
Pero vayamos al punto de vista de Vargas Llosa sobe lo que rodea a la crisis que nos atenaza. Comienza diciendo que las ficciones son inherentes al hombre, y que las hay buenas, como un cuadro de Goya o el Quijote de Cervantes, y malignas, las que se presentan como descripciones objetivas de la realidad. Y la ficción maligna de ahora, escribe, es proclamar el fracaso de la Unión Europea y la insolvencia del Euro; ficción que posiblemente esté haciendo más daño que la propia crisis.
Después de describir el panorama y algunos de sus principales actores, viene a concluir Vargas Llosa lo siguiente: “Intentar lo imposible sólo da excelentes resultados en el mundo del arte y de la literatura; en el de la economía y la política sólo trae desastres. Y la prueba es la crisis que ahora vive Europa, y, en ella, principalmente, los países que gastaron más de lo que tenían, que construyeron Estados benefactores ejemplarmente generosos pero incapaces de financiar, que se endeudaron más allá de sus posibilidades sin imaginar que también la prosperidad tiene límites, que inflaron sus burocracias a extremos delirantes y ocultaron la verdad de la deudas y la inminencia de la crisis hasta el borde mismo del abismo por temor a la impopularidad. Todo eso tarde o temprano se paga y no hay manera de evitarlo.”
Pues eso; a falta de otras explicaciones por parte de quienes debieran darlas les recomiendo su lectura íntegra. Pinchando aquí mismo ustedes podrán ir al original.
Buenísimo articulo. Con más razón que un Santo