El Banco de España y las rémoras

Esperando medidas del Banco de España

Lo del antiguo banco emisor es de libro: cría fama y échate a dormir. El sistema bancario del país gozó de alto prestigio gracias en buena parte a la disciplina que el BE imponía sobre las entidades. Su estatus de independencia fue decretado en plena Transición, 2 marzo de 1978, el mismo día en que el Consejo de Ministros resolvía la situación de los militares que participaron en la guerra civil a las órdenes del gobierno republicano.

Aquel Decreto-Ley le daba poder para suspender a los administradores e intervenir los bancos mal gestionados, e incluso, tras el correspondiente expediente, borrarles del mapa. Su autonomía fue reforzada en junio de 1980, y catorce años después otra Ley adecuó su naturaleza al tratado de Maastrich, pasando a formar parte del Sistema Europeo de Bancos Centrales.

Sus servicios de vigilancia e inspección fueron reconocidos internacionalmente. El “deja para mañana lo que puedas hacer hoy” suena raro pero dio buenos resultados en los ya olvidados momentos de alegrías. Las normas sobre riesgos, por ejemplo, han servido de modelo a otros sistemas, aunque como el refrán tiene dicho “el mejor escribano echa un borrón”, y ahí está el paquete de los 20 bancos de la antigua Rumasa.

Desde 1978 se registró un total de 65 casos de bancos con dificultades. Sólo seis fueron a la quiebra; los demás, asumidos bajo diversas fórmulas por el resto del sistema, como el Grupo Banca Catalana fue integrado en el antiguo Vizcaya, o en la década de los 90 el Banesto adquirido por el Santander.

En un país con alergia al mercado, es decir carente del principio de que el que la hace la paga, la inspección y toma de medidas del supervisor han de ser radicales. Lo fueron por lo general durante los mandatos de los gobernadores Rubio y Rojo. Pero de aquellos brillos –el sistema más solvente del mundo, etc.- hemos pasado a la triste realidad de un sistema esclerotizado que no sabe cómo aliviarse del peso del ladrillo y, sobre todo, del oscuro destino de las viejas Cajas. ¿En qué topa el sistema para aclararse y volver a cumplir su función?

De las barbaridades incurridas en los últimos años nadie pedirá cuentas a nadie; es lo habitual. Pero convendría tomar nota. Muchas notas si no se quiere que el sistema financiero lejos de ser agente del arranque sea una rémora del país en crisis. (RAE.- Rémora. 2. f. Cosa que detiene, embarga o suspende.)

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Posted martes, mayo 1st, 2012 under Política.

2 comments

  1. Alberto says:

    !Las Cajas de oscuro destino y más oscuro pasado! Mientras contentaban al pueblo con un calendario de cocina los directivos iban directamente de la Caja al Cajón. Y se han hecho hermosos «casoplones» con el dinero de todos.
    Saludos cordiales.

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