Los 100.000 de San Luis hoy serían funcionarios
¿Será que este país nuestro no tiene remedio? Porque hay que ser muy necios para que este aquelarre que los mercados han organizado a nuestra costa distraiga en tantos la atención de lo fundamental, que es seguir viviendo con cierta dignidad.
Comenzando por los mandamases astures y andalucís, émulos de la Penélope que hacía y deshacía en su telar esperando que el tiempo le devolviera su Ulises añorado, sin caer en cuenta de que hoy no tienen telar ni tiempo que perder.
En qué demonios toparán para no resolver de una vez el gobierno de sus respectivas regiones; ambas subvencionadas hasta las cejas, una por cuenta de la extinta minería del carbón, y del paro, Eres y chanchullos diversos la otra. Socialistas y comunistas a punto de consolidar sendos maridajes convenientes… para ellos, naturalmente. En principio para importarles un bledo que coyunda tan desigual, en lugar de calmar, exacerbe las razones para desconfiar de la capacidad del país para salir del atolladero. Aquello de “cuanto peor, mejor” revive hoy con más fuerza que nunca. Y así va la nave…
Lo del Principado se ha visto “iluminado” por la insólita resolución de la Junta Electoral Central, desestimando el recurso que pedía la nulidad de los votos de los ausentes.
Lo de menos es a quién beneficie o perjudique el pronunciamiento de los 13 presuntos hombres justos que componen la JEC, lo de más es que tales magistrados y catedráticos de Universidad sean capaces de afirmar: «No hay ninguna otra tacha de irregularidad salvo la exclusivamente formal del lugar al que se remitió el voto«. Y añadir que tal irregularidad debe considerarse «excepcionalmente no invalidante«.
Por pasiva: si usted, ciudadano ovetense residente en la Calle de Asturias decide votar en el colegio electoral correspondiente a la Plaza del Fontán, hágalo no más, porque lo importante es el ejercicio del derecho al voto. La de Dios.
Andalucía vive otros tiempos, el sol luce para la Feria lo que negó a la Semana Santa, y a vivir que son dos días. Los comunistas verdes tragarán los carros y carretas de Griñán, Chaves, Guerra y González; todos ellos tan hondamente preocupados por la situación como Rubalcaba; y tan inquietos ante la presunta brevedad de un mandato popular al que achacar una hipotética intervención del país a cargo de la troika formada por la Comisión y Banco europeos y del Fondo Monetario Internacional, remedo actual de aquellos cien mil Hijos de San Luis que Fernando VII pidió a Francia en 1823 para cargarse el trienio liberal. ¿Llegaremos al trienio?
