Vivimos tiempos y lugares realmente extraños. Parece como si no hubiera otras gentes que los políticos, belenes esteban y los del 15-M que siguen ensuciando la Puerta del Sol -¿estará también indignada la policía nacional?-. Lo de Camps va a dar cuerda a los socialistas como Blanco hasta el ferragosto, que dicen los italianos. A la espera de su turno está Rubalcaba y su Faisán, los EREs de Chaves y Griñán, las cuentas de Revilla, el de las anchoas … y así hasta el año que viene. Pasan como si nada pasara escándalos como el de Ruiz Mateos -¿recuerdan?-. Proveedores, empleados, acredores y otras gentes de bien esperan cada vez con mayor desespero a saber algo de lo suyo. Pero parece que no pasa nada.
Ya está bien. ¿Qué más tendría que ocurrir para que este hombre/familia devuelva todo lo estafado desde febrero de 2009, primera emisión de sus “pagarés corporativos”? Con la cascada de concursos de acreedores van abriendo nuevas puertas por las que escapar de su responsabilidad.
Ya está bien. ¿Qué sumidero se ha tragado los millones de euros levantados por la holding y sus compañias de mayor renombre entre ciudadanos españoles? La última suspensión de pagos ha causado tres mil víctimas, que no volverán a ver el dinero que confiaron a estos sinvergüenzas. Y no será por falta de llamadas de atención de la CNMV.
Ya está bien. ¿Cuánto dinero negro había entre el total desaparecido? Nunca lo sabremos, pero resulta difícil de imaginar que tanta gente como la estafada estuviera dispuesta a confiar ahorros procedentes de actividades regulares a tan irregulares gestores. Ingenuos que soñaron con utilizar de lavandería el tinglado del jerezano.
Ya está bien. ¿A cuántos proveedores/acreedores pagaron/callaron con los publicitados “pagarés corporativos”? La primera emisión corrió a cargo de Carcesa, conservas cárnicas; la segunda, Hibramer, la productora de huevos; la tercera, Mas Palomas Hoteles con la garantía de la bodega Valdivia, de Cádiz; la cuarta, por la propia holding, JMRM, SA, con avales de Clesa y Dhul. Los avalistas, en concurso de acreedores…
Ya está bien. ¿Por qué a los afectados no se les informa de que lloverán ranas del cielo antes de que ellos recobren lo suyo? Entre los millares de víctimas habrá ingenuos, ignorantes y demás, pero también pillos dispuestos a creer en rentabilidades del 10%. Pillos, digo, porque el único sistema de cobrarse hoy ese tipo de intereses es el de Ponzi, o sea la estafa de la pirámide.
Ya está bien de que el tiempo de la justicia hispana sea más lento que el caballo del malo en los viejos western americanos. Porque entre tanto, a concurso por mes o trimestre, saber qué estén haciendo los R.M. con las compañías que siguen administrando es una buena pregunta para quién corresponda. Acabarán hasta con las reservas de los brandys -curioso señuelo- que cifraron por encima de los 1.200 millones de euros. Al tiempo.
¿Dónde está la fiscalía anticorrupción?