Lo que faltaba, nuestro presidente avisa en Londres a los mercados que la UE no dejará caer el euro. ¡Que se vayan enterando!. Nada más decirlo, los mercados se pusieron bajistas, las primas de riesgo española e italiana subieron a niveles parecidos a los que ostentaban antes del segundo salvamento de Grecia, el dólar ganó unos céntimos al euro y, como la flor del heno, las bolsas perdieron el brillo recuperado la pasada semana.
Pero nuestro hombre insistió: “La eurozona no va a dejar caer a Grecia”. Y Grecia volvió a colapsarse tras una nueva rebaja de sus calificaciones. Tiene la extraordinaria virtud de adivinar lo contrario de lo que va a pasar. Y lo proclama.
El aviso a los aviesos mercados que vuelven a amenazarnos con otro toque a la baja pese a la advertencia presidencial, me recordó viejas historias, como la de aquel veterano periodista dedicado fundamentalmente a la política internacional. Dictaba sus artículos -”La Hora de España, por don Pedro Gómez Aparicio“- en los informativos de Radio Nacional, de obligada difusión por todas las radios del país. Bromistas comentaban, ya al final de su carrera, que nunca supieron su nombre completo.
El hombre era un pelmazo y al anunciarse La hora de España, por… quien no apagaba el receptor se ponían un disco en el pick-up superior. Y así fue conocido como don Pedro Go.
Gómez Aparicio escribía también sus análisis para La Hoja del Lunes de Madrid, único periódico de la mañana que se editaba el primer día de la semana y que dirigió durante años. Cuentan que un día, contrariado por no importa qué decisión del presidente norteamericano Harry Truman, blandiendo sus cuartillas comentó al entrar en la sala de redacción la tarde de un domingo: “Mañana se va a enterar la Casa Blanca; va bien servida en La Hoja”. Y con la misma cándida insensatez comentó tras leer otro artículo suyo en un aula de la Escuela Oficial de Periodismo, “Y ahora ¿a ver qué dicen los del Foreign Office?”.
Pues eso. Hoy España no podrá colocar todo el papel que el Tesoro dice necesitar -como pasó ayer-, será más caro -como pasó ayer-, el Deutsche vende nuestra deuda -como viene haciendo desde que empezó el año-, y demás desgracias, pero Zapatero ya ha avisado desde Londres: como sigan fastidiando se van a enterar. Los mercados y las agencias de rating, los de Standard, Moody’s y Fitch; todo el mundo se va a enterar.
Homérico.
