Sostiene el profesor Mikel Buesa, Guernica 1951, que la crisis internacional impactó con mayor severidad en España por la crisis política que nos aqueja. Crisis política que echa sus raíz principal en los excesos de la descentralización territorial, agravados por las incongruencias con que el Gobierno y de modo singular su presidente dicen actuar. Y también por la politización con que otras instancias actúan, como el Banco de España en la cuestión de las Cajas de Ahorro; el chantaje de los nacionalistas que la ley electoral propicia, y algunas cosas más.
En el Foro de la Sociedad Civil y con su libro La crisis de la España fragmentada sobre la mesa, Buesa apuntaba esta noche algunas recetas para salir de la situación; las reformas estructurales sobre las que parece extenderse un consenso generalizado. A saber: la Educación; el Mercado de Trabajo y el poder sindical; las Cajas como componentes del sistema financiero; el Sistema de Pensiones, y las Políticas de Equidad, incapaces en los últimos siete años de reducir las desigualdades y niveles de pobreza.
Para el catedrático de Economía de la Complutense, el problema es de muy difícil solución mientras quien toma decisiones carezca, como es el caso, de un pensamiento articulado; la suya, dice, es una geografía variable en la que los conceptos se adaptan a las circunstancias y las cosas pueden ser y no ser a un mismo tiempo.
El susto que hoy se ha llevado Europa con el severo recorte con que la deuda griega ha sido castigada hace temer que quizá lo peor esté por llegar. O sea: eleciones ya.