Hasta los menos ilustrados venían temiéndose desde que comenzó el año que la primavera vendría caldeada por los vándalos. La primavera ha llegado y, efectivamente, hordas de encapuchados siembran el terror por donde se les antoja. Gritan contra la monarquía como podrían hacerlo contra el PIB. Cargarse policías, romper oficinas bancarias, destrozar el mobiliario urbano y quemar aquí un contenedor y allá un coche no tiene otra finalidad que esa: paralizar el país y joder al personal.
Visto lo que estamos viendo, una pregunta ¿dónde están los servicios de inteligencia del Estado?
No parece verosímil que sobre tan sensible función se hayan cebado los recortes presupuestarios que ya deberían haberse plasmado en ministerios sin funciones y ayuntamientos sin ciudadanos. Pero así lo parece, a juzgar por su aparente ineficiencia. Continue Reading ▶