Pareció que iba en serio el envite de Susana Díaz a sus socios de gobierno comunistas. La sectaria actuación de la sectaria consejera de Fomento y Vivienda de su gobierno puso en su mano presidencial los triunfos precisos para desembarazarse del abrazo del oso que le dejó como herencia su predecesor, el cuasi imputado Griñán. La ruptura de la alianza con que los socialistas birlaron el gobierno andaluz a los vencedores de las elecciones, los populares, habría podido ser el mejor argumento para la campaña europea de los de Rubalcaba, entre otras cosas. Pero no ha sido así. La presidenta se ha achicado después de echar el órdago. Consecuencia: juego para los comunistas.
Lo de menos es que en aquel gobierno siga de ministrilla la imbécil que atenta contra símbolos nacionales, como la bandera o el jefe del Estado, tradiciones, como las procesiones andaluzas de la Semana Santa, y que, para más inri estaba de viaje esta semana por América, acompañada por la directora de la Vivienda. Lo relevante es que el PSOE, y concretamente la dirigente que más valor ha venido acumulando desde su ascensión a la presidencia del la Junta, no haya podido romper los lazos que le unen con sus vecinos del ala izquierda. Continue Reading ▶